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28 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PUERTO MADERO.

Hasta 1770, se habían propuesto mas de 60 proyectos de puertos fuera de la zona del Riachuelo. Ninguno de estos supieron dotar a Buenos Aires de una infraestructura portuaria de acuerdo a sus necesidades quedando así, la ciudad portuaria, sin puerto.
En 1872, se construye el muelle y los depósitos Las Catalinas. Finalizado esto, el gobierno propone la creación de un puerto completo. Entre los proyectos figuran los de Eduardo Madero y de Luis Huergo, decidiéndose por el de Madero. El comienzo de obra fue el 1º de abril de 1887 culminando el 31 de marzo de 1898, no pudiendo ver Eduardo Madero la finalización de obra ya que fallece 5 años antes. Nace de esta forma Puerto Madero. 




                            
 
Finalizado esto, surge la necesidad de contar con Depósitos para guardar los granos que se exportaban, como así también la construcción de Dársenas donde anclarían los navíos. Es así como se van construyendo esos enormes Docks de ladrillos rojizos, estos fueron edificados por la Empresa Wayss & Freytag sobre planos realizados por el Arquitecto Charles Hawkshaw. Se construyeron entre 1900 y 1905, tienen entre tres y cuatro pisos con sótano. Estos Docks fueron el complemento para las tareas del Puerto, allí se depositaban toneladas de bolsas de cereales u oleaginosos para ser luego embarcados.
En 1989, se crea la Corporación Puerto Madero con el objeto de urbanizar las 170 hectáreas del viejo Puerto, esto trajo varios conflictos, por lo que se declara a la zona de valor histórico y patrial, llamando a concurso nacional de ideas para reciclarla, gracias a esto los Docks han cobrado una nueva vida, encontrando desde restaurantes hasta oficinas, institutos universitarios, cines y/u otros.  

27 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PARQUE PATRICIOS.

 La Provincia de Buenos Aires decide por ley de 1855, trasladar los mataderos del Sur más al oeste, (estaban en el actual Parque España), la propiedad de las tierras elegidas pertenecía a Florencio Lima y a Coronell, quien luego sostendría un largo juicio con el municipio.
Instalados los corrales en 1866 (figuran en el plano de Aymez de ese año y en el de Glade de 1867), la habilitación para la matanza de ganado no iba a llegar antes del 12 de Noviembre de 1872, impulsado el traslado por la epidemia de fiebre amarilla del año anterior.
Simultáneamente se inaugura la estación de tranvías a caballo en el lateral donde hoy se levanta la sede del Banco Ciudad, y aunque parezca increíble, a siete cuadras hacia el Riachuelo, en 1873, "nace" la Estación "la Quema" del ferrocarril de las Basuras.
Durante años y con algunas mejoras, el establecimiento caracterizó a la zona y le dio el nombre de "Corrales", que tomaron la Usina de Gas, la característica telefónica (61 y luego 91) y el Cuartel de Bomberos; hasta que en 1896 se dicta una ordenanza de mudar los mataderos.
Terminadas en 1901 las obras de los "Nuevos Mataderos", en la zona de Nueva Chicago, la mudanza se iba a retrasar por pedido de trabajadores y dueños de curtiembres y frigoríficos, (aún en la zona) hasta la construcción de un ferrocarril (en la traza de la actual Avenida Perito Moreno) que permitiría a los primeros viajar y a los otros, transportar sus mercaderías. 


                      
En tren de dar nuevas funciones al predio, el Intendente Municipal instruye a Carlos Thays, quien en marzo de 1902, presenta el plano del paseo con el título "Parque Patricios", incluyendo sectores que se construyeron tal cual (todo el frente de Caseros y el sector este hasta Uspallata) y otros donde hubo cambios.
En septiembre de ese año, el Concejo Deliberante, acepta la denominación de "Patricios" para el paseo, que se inaugura en ese mes, a pesar de que aun en 1903, las obras no estaban concluidas.
Con el tiempo, el barrio fue siendo reconocido por su emblemático parque, que para algunos siguió siendo "Patricios" y para otros "de los Patricios", dejando de lado su antigua identificación con los Corrales, al tiempo que una población trabajadora, y muchas industrias, desplazaban las viejas fondas y prostíbulos, donde el tango se había instalado como música ciudadana.
La fuente Val D´Ósne, instalada en 1931, después de haberse lucido en la Plaza de Mayo, tomada como referencia barrial, iba a ser removida compulsivamente en 1962, para aparecer luego en Córdoba y Nueve de Julio. Sentimos desde entonces que parte de nuestra identidad, había sido arrancada.
Cuando en 1998, se proyecta llegar al Parque con la línea H de subterráneos, empezamos a palpitar un nuevo florecer, que su reciente inauguración, parece estar garantizando.
". 

25 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PARQUE CHAS.

La primera traza de lo que más tarde daría en llamarse "Parque Chas"(Por Vicente Chas , dueño de esas tierras) fue realizado por Julio Dormal (H) en 1924, pero el Concejo nunca trató el proyecto. Pese a ello se abrió la calle La Pampa, como había propuesto Dormal, con la aprobación de Chas que construyó un año después, en 1925, veinte casas, apareadas de dos, para los obreros, en el trayecto que abarcaba desde Triunvirato hasta Andonaegui. La empresa Zapiola, Acosta y Froio fue la encargada de proyectar y realizar la obra.



                               



Una vez loteado y subdividido el predio, fueron los ingenieros Frehner y Guerrico quienes (contratados por Chas) quienes sobre un "amanzanamiento octagonal básico" diseñaron el barrio.

19 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PARQUE CHACABUCO.

El barrio se formó alrededor de una Fábrica Nacional de Pólvora, por eso fue llamado por muchos vecinos "el polvorín de Flores". Esta fábrica ocupaba la parte sur del parque pero, en 1898, una gran explosión que conmovió la ciudad la hizo desaparecer. Así pues la Municipalidad cedió esos terrenos que forman hoy el Parque Chacabuco. Empezaron a rodearlo quintas y terrenos baldíos. Hasta 1920, el Parque estaba todo cerrado con alambres cubiertos de ligustrina. En Asamblea y Emilio Mitre había un gran portón que se abría todos los días para que pasara la gente. En el medio del Parque había un tambo donde se vendía leche recién ordeñada.  



                              



De tipo muy campesino eran muy pintorescos los vendedores ambulantes, como el vendedor de pavos, que los llevaba caminando, por la calle, ordenándolos con una varilla; el barquillero, que atraía la atención de todos haciendo sonar su triángulo y, bajo la expectativa de la ruleta, otorgaba la cantidad de acuerdo al número acertado; los maniceros, con su chimenea; los organitos con las cotorras de la suerte y las ferias francas o municipales, que se extendían sobre dos o tres cuadras con puestos abiertos donde se ofrecía todo tipo de mercaderías alimenticias que fueron oficializadas por el intendente Joaquín S. De Anchorena en 1910.

18 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PARQUE AVELLANEDA

En el siglo XVIII la Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo erigió la capilla de San Miguel (conocida hoy como parroquia) en el barrio de San Nicolás, consagrando un oratorio a Nuestra Señora de los Remedios en una chacra del mismo nombre que poseían dentro de los límites del barrio Parque Avellaneda. En 1822, la Hermandad dejó de ser religiosa y cedió su lugar a la Sociedad de Beneficencia, la que en remate público vendió la chacra en 1828 a Don Domingo Olivera. La chacra "de los Olivera", cuyo nombre real era "Los Remedios", fue utilizada como centro de experimentación y explotación agrícola- ganadera y distintas generaciones de los Olivera ocuparían el casco del establecimiento que aún hoy conserva sus características esenciales.  



                                      
 
También funcionó un tambo modelo con un sistema de frío que podía conservar 1.000 litros de leche durante 36 horas. La chacra fue objeto de sucesivos fraccionamientos, hasta que el 7 de marzo de 1912 la Municipalidad adquirió el terreno comprendido por las calles Lacarra, Directorio, Moreto y Gregorio de Laferrere, para formar allí un parque público.
El 28 de marzo de 1914 se inauguró oficialmente el mencionado parque con la denominación de "Olivera". El 14 de noviembre de ese mismo año recibió finalmente el nombre actual, Parque Dr. Nicolás Avellaneda que es el nombre que por extensión recibió el barrio a su alrededor.

17 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: PALERMO.

Las tierras de este barrio fueron adquiridas en 1836 por Juan Manuel de Rosas para construir su casa, la cual estaría rodeada por un inmenso parque. Un par de años después estaba construida una capilla, en la cual fue entronizada una imagen de la Santísima Virgen y otra de San Benito, el santo negro, conocido por sus milagros, según se contaba entre la gente de color.
¿Pero de dónde surge el nombre del barrio?
Antes que Rosas, habitó esas tierras  Juan Domínguez, ó Juan Domínguez Palermo, que según algunos cuentan habría nacido en Sicilia. Pero dado que en un momento de su vida fue Diputado del Cabildo y Regidor y que estos cargos sólo se asignaban entre los nacidos en España, esa afirmación se torna sumamente dudosa (ver mensaje del Sr. Ernesto Gabriel Arias Origen del toponimico "Palermo".
Domínguez se casa, en 1590, en Buenos Aires, con Isabel Gómez de la Puerta Saravia, que era hija del de uno de los hombres de la segunda fundación de Buenos Aires y que recibió estas tierras de Juan de Garay. Según Miguel Sorondo estaban limitadas por las calles Cabrera y Coronel Díaz, Av. del Libertador y Tagle, Av. del Libertador y Agüero, Agüero y Cabrera.
Otros dicen que la suegra de un señor Torrecillas, dueña de primer terreno que compró Rosas, es la responsable del nombre del barrio, porque denominaba "Arroyo de Palermo" a un curso de agua cuya vista, sumada al humo que salía de los mataderos, le traía recuerdos de su viaje a Sicilia. Este arroyo corría además por la quinta de los Unzué, donde un vecino había levantado una capilla a San Benito, para que sus esclavos negros tuvieran misa los domingos. El arroyo y la capilla se combinaron formando "Palermo de San Benito". Seguramente ya se denominaba así la zona cuando aparece en escena Juan Domínguez que, con el devenir del tiempo podría haber sido "Juan Domínguez, el de Palermo" ó simplemente "Juan Domínguez Palermo". 

                          


A principios del siglo XIX, Palermo era un paraje de chacras y quintas. Como dijimos antes, en la década de 1830, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, compra tierras y comienza a construir una casona colonial con cuatro torres miradores en los ángulos en la cual dedica una capilla religiosa a San Benito. Su ubicación era  la intersección de Av. del Libertador Gral. San Martín y Av. Domingo Faustino Sarmiento. Cuando Rosas es derrotado en la batalla de Caseros (1852) por Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, la zona se viene abajo por el abandono de que es objeto.
La casa colonial de Rosas de arquitectura colonial es dinamitado y destruido a fines del siglo.
Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, en el año 1874, se autoriza la creación del Parque Tres de Febrero, en conmemoración del aniversario de la batalla de Caseros, al mismo tiempo se crean los jardines Zoológico y Botánico. Al año siguiente comienzan las obras y se inauguran los portones que daban acceso al parque ubicados en la actual Plaza Italia. También se ceden terrenos a la Sociedad Rural Argentina para realizar la exposiciones anuales de ganadería; al Hipódromo Argentino para carreras de caballos y a la Asociación de Polo para la práctica de éste deporte. Ye en el siglo XX permiten la construcción de las canchas de golf; de los clubes G.E.B.A., Amigos, Hípico y Lawn Tenis; de la construcción de los edificios de Aguas; del Aeroparque; del Jardín Japonés; del Velódromo; del Planetario; de la Mezquita Islámica y otras cesiones que fueron desvirtuando la idea primitiva de un gran bosque como los existentes en otras grandes ciudades del mundo. En síntesis los primitivos llamados Bosques de Palermo quedaron reducidos a menos de la mitad, pasando a ser Buenos Aires una de las ciudades con menos metros cuadrados de espacio verde por habitante del universo.
Los Ríos Uruguay y Paraná bajan del Norte y forman el Río de La Plata. Sus aguas son marrones por la mezcla de tierra y arena. Baña la costa de la Cdad. de Bs. As. sobre el este del barrio. En el limite Norte está el barrio de Belgrano; en el Oeste el de Colegiales y Villa Crespo y al Sur los de Almagro y Recoleta.
El Arroyo Maldonado es una cuenca de pequeños hilos de agua y zanjones que en épocas de lluvia lo hacen caudaloso anegando las zonas de nivel bajo, en descenso hacia el Río de La Plata. Su entubamiento controló parcialmente los desbordes

13 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: NUÑEZ.

Su fundador fue, como en el barrio de Saavedra, el señor Florencio Núñez,  

quien compró esas tierras y donó los terrenos para que se construyera la  

estación de tren que, en reconocimiento y gratitud a su generosidad y

 espíritu de desarrollo, lleva su nombre. Se caracteriza porque en él

existían quintas amplias y confortables rodeadas de árboles y plantas. Es 

una zona alta, con barrancas y lomadas que bajan en dirección al río y  

conforman en general un barrio tranquilo y apacible, con excepción de  

sus avenidas que son muy transitadas por todo tipo de vehículos. 


                       




  Fue siempre una región de bañados y, aún hoy, hay algunos arroyos que

  están entubados bajo las calles y desagotan sus aguas en el Río de La  

 Plata; así se justifican las curvas de la Av. Rivadavia que sigue el curso del 

 Arroyo Medrano. Antiguamente, parte del barrio de Núñez tomaba el 
  
nombre de Rivadavia, pero como permaneció mucho tiempo despoblado
   
finalmente desapareció.

12 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: NUEVA POMPEYA.

Con la ley de federalización de Buenos Aires en 1887, Pompeya se incorpora a la Capital al formar parte del partido de Flores, que se anexa junto con Belgrano. La Av. Saenz queda como límite de la ciudad en ese año. Su nombre se lo ha dado la capilla instalada en 1900, con el nombre de Virgen del Rosario de Pompeya. Más tarde, en 1938 se inaugura el puente de Burgos, luego llamado Puente Alsina y actualmente Puente Uriburu. La Av. Sáenz era llamada "camino de los huesos" porque en ella quedaban los restos de los vacunos muertos antes de llegar al matadero del actual Parque Patricios. El 14 de mayo de 1896 se colocó la piedra fundamental de la futura iglesia dedicada a “Nuestra Señora de Pompeya y a San Antonio de Padua”. La iglesia se inauguró el 29 de junio de 1900. 

                         
 
Fue un barrio peligroso, que en la década del 10, los obreros desde sus conventillos, respondían a la policía con piedras y botellas de manera que lo convertían en agresivo y pendenciero.
Cabe señalar en su historia la Semana Trágica de enero de 1919 donde los obreros se alzaron en una huelga contra la fábrica metalúrgica de Pedro Vasena e hijos, con el trágico resultado de 4 obreros muertos. Armados, trataron de asaltar las comisarías de la ciudad y Puente Alsina fue testigo de un intenso tiroteo que dejó a su vecindario hundido en el miedo y el dolor.

11 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: MONTE CASTRO.

A mediados de 1703 Don Pedro Fernández de Castro se constituyó en el nuevo propietario de estas tierras. Fernández de Castro falleció muy poco después, el 18 de julio del mismo año, heredándolo su hija Ana. El lugar comenzó a ser identificado como Chacra de Castro o Montes de Castro. Según algunas versiones, allí hizo una posta en 1806 el Virrey Sobremonte cuando huía hacia Córdoba, durante las invasiones inglesas.

  

 
                                    


En el año 1928 el tranvía No 1 hacía el trayecto hasta Liniers por Rivadavia. También se solicitó a la Cía. Anglo-Argentina que la línea 99, cuyo trayecto era desde Boyacá y Gaona hasta Segurola, llegara luego a Álvarez Jonte, ya que en ese lugar estaba el Preventorio Rocca, pero ésto no se hizo posible. También en el mismo año comenzó a circular el colectivo, lo que trajo al barrio una mejor manera de desplazarse.

10 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: MONSERRAT.

Su nombre se debe a la creación y construcción en 1756 de la Capilla o Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat que pertenecía a la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de Monserrat.- El actual templo de Nuestra Señora de Monserrat, sito en la Avenida Belgrano 1151, reemplazó en 1865 al edificio primitivo.
Recién en el año 1769 al procederse a una nueva división eclesiástica del municipio, ya que en el año 1747 se había intentado pero sin éxito, aparece el Barrio de Monserrat, con la creación de la Parroquia del mismo nombre.
A causa de que la población de la Ciudad se iba extendiendo y aumentando, el Gobernador don Francisco de Bucarelli y Ursua aprobó la propuesta de la división, mediante auto del 3 de Octubre de 1769, encomendando al entonces obispo don Manuel Antonio de la Torre, quién por auto del 3 de Noviembre del mismo año creaba los límites de las parroquias de Buenos Aires, figurando entre ellas la Parroquia de Monserrat. 

                                

  

El Barrio de Monserrat, es el casco histórico y la cuna de la patria, ya que en su égido se desarrollaron los acontecimientos políticos que dieron origen al Primer Gobierno Patrio.
El Cabildo de Buenos Aires, la Manzana de Las Luces, La Plaza Mayor, hoy Plaza de Mayo, la Iglesia de San Juan Bautista, entre otros, eran y siguen siendo parte de la historia de Monserrat y de la Argentina.

7 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: MATADEROS.

Zona de quintas y de escasa población, verdaderamente más cerca del campo que de la ciudad, en el siglo pasado el barrio se conocía como "Nueva Chicago" (de allí el nombre del tradicional equipo de fútbol, y Club Social Deportivo del barrio), pero después del traslado a esa zona de los corrales y mataderos que se encontraban, hasta 1901, en lo que hoy conocemos como Parque de los Patricios, su nombre cambió por el actual de "Mataderos" y su fisonomía se alteró notablemente sin perder por ello su condición de punto de encuentro con el campo. 

  

                                   
  
 

El 14 de abril de 1889 auspiciada por la Municipalidad fue colocada la piedra fundamental. Poco a poco esta zona se fue integrando con una gran cantidad de matarifes y gente relacionada con la industria de la carne, como así también aquellos paisanos que arreaban las reses que llegaban por ferrocarril y luego eran trasladadas al Matadero.
A partir del año 50 tanto el Mercado Nacional de Hacienda como el Frigorífico, pasaron a depender del Ministerio de Economía. 
También se creó en esos años el Instituto Ganadero que fue formado por los aportes del Frigorífico y del Mercado. Hasta 1952 existió este Instituto hasta que se creó el Instituto Nacional de Carnes.

5 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: LINIERS.

Se le dio el nombre de Liniers, por el Virrey Santiago de Liniers Bremond, que fue un gran benefactor de las Hermanas Hijas del Divino Salvador que estaban radicadas en el lugar. Hacia el año 1910 se construían casas para familias de obreros y gente del ferrocarril, se vendían terrenos y se adoquinaba Rivadavia frente a la estación de Liniers, lo que facilitó que se pudieran colocar los rieles de los tranvías. 
En el año 1911 se contó con el tranvía eléctrico, dando la posibilidad de acercar a los vecinos a otros barrios. A ello hay que agregar la estación ferroviaria que dio un gran impulso al barrio. 
En el año 1913 surgió lo que fue llamada Ley Cafferata, que impulsaba la construcción de Casas Baratas. La Municipalidad contrató a la Cía. de Construcciones Modernas, para la construcción de 1000 casas para que fueran accesibles a empleados y obreros. Este acuerdo no llegó a buen término debido a que la compañía llegó a construir tan sólo 500 viviendas diseminadas en diferentes barrios, no cumpliendo con el contrato estipulado. Al rescindirse el contrato con esta compañía estas casas pasaron a ser propiedad de la Municipalidad. 
Arroyo Maldonado: "El arroyo Maldonado era uno de los límites naturales de la ciudad, antes de que se incorporaran los entonces pueblos de Belgrano y Flores. Debe su nombre a la leyenda de "la Maldonado", una mujer que vino con Don Pedro de Mendoza en el año 1536, y que fuera librada a su suerte en la llanura en las márgenes del arroyo. Este se convertiría en un depósito de basuras y desperdicios. Cuando llovía, recibía el agua de una gran superficie de terrenos, del que era desagüe natural, y se transformaba en una enorme laguna de agua sucia, por ello era pintoresco pero muy temido por sus desbordes y por ese motivo los terrenos adyacentes a él quedaban desvalorizados. 





                          




  

 Las autoridades decidieron que el arroyo sería entubado, como solución definitiva para los múltiples problemas que ocasionaba su curso a través de una ciudad que se extendía cada vez más 'tierra adentro'. En el año 1929 se comenzó a trabajar en las excavaciones. Luego de este importante trabajo, que ocupó centenares de obreros y máquinas que fueron traídas del exterior, se emprendió la segunda etapa: un verdadero alarde de ingeniería que consistía en levantar columnas destinadas a soportar una losa gigantesca. Fue la obra de más trascendencia que fuera realizada en esa época en la Capital, fue proyectada por Obras Sanitarias dela Nación, como parte integrante de un amplio plan de desagües pluviales de la metrópoli. Luego de entubado el arroyo, se construye sobre él una amplia calle
- primero de tierra
- y en el año 1936 se resuelve construir la actual Juan B. Justo. Bajo ésta corre entubado el arroyo, y en su trayecto por la ciudad, cruza los barrios de Liniers, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Santa Rita, Villa General Mitre, Villa Crespo y Palermo."
- Información obtenida de los posters desplegables realizados en el marco del Programa "Patrimonio de los Barrios: Ningún futuro sin pasado", desarrollado por la Dirección General de Patrimonio, en el año 2004. Fragmentos del libro: "Historia y leyenda del arroyo Maldonado" Cuadernos de Buenos Aires XXXVIII. Diego A. Del Pino . Setiembre 1971 -.

3 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: LA BOCA.

Los historiadores coinciden en señalar a la Boca como el lugar en donde Pedro de Mendoza fundó la ciudad de Santa María de los Buenos Aires, en 1536. Desde los primeros tiempos la boca del Riachuelo fue el puerto natural de Buenos Aires. Su poca profundidad no permitía navíos de calado considerable, a lo que se sumaban los bancos de arena que causaban no pocos problemas, ya que el canal de entrada tampoco era precisamente profundo, a ello era preciso sumarle las crecientes y bajantes. No obstante los inconvenientes el Riachuelo continuó desde fines del siglo XVI hasta fines del siglo XIX en plena vigencia. Numerosos fueron los proyectos que la necesidad de un puerto de envergadura generó teniendo en cuenta el lugar, uno de ellos, obra del Ing. Carlos Pellegrini, proponía estrechar la desembocadura del Riachuelo cerrando parcialmente su salida con una esclusa, para que éste aumentara su caudal, profundizando su canal de acceso. Proyectos y discusiones sobre su viabilidad y utilidad continuaron hasta que por fin se aprobó el presentado por Eduardo Madero, desechándose el del Ing. Huergo que propiciaba centrarlos en el Riachuelo. El nuevo puerto, concentrado más al norte, significó el progresivo deterioro del Riachuelo. No obstante esto él continuó siendo el símbolo del barrio de La Boca y es imposible concebir al uno sin la otra y viceversa.
A fines del siglo pasado La Boca ya era un barrio en el que había una fuerte presencia italiana con preponderancia de origen genovés. La inmigración en el Río de la Plata incorpora al país elementos distintivos que van creando modos, hábitos, expresiones nuevas en su vivir. La presencia del italiano señala aportes excéntricos en la elaboración de su sociabilidad. Paulatinamente van cobrando rasgos propios los núcleos a los que ellos aportan sus peculiaridades. En verdad, Italia era en esos días un mosaico de nacionalidades y esa su policromía se reflejó también en nuestra tierra y sobre todo en La Boca. Porque La Boca fue la zona de Buenos Aires que recibió mayores caravanas de esa procedencia. Entre todas ellas la preponderancia del genovés vendría a librarla, más tarde, de un desastre etnográfico que hubiera sido peligroso para su cohesivo desenvolvimiento.
Junto al italiano -en toda su diversidad cromática- al lado del predominio ligur, siempre se advirtió la existencia de los sectores constituidos por dálmatas, españoles, griegos, y algunos dispersos grupos de franceses y sajones.
Aunque las condiciones geográficas siempre fueron muy adversas, se asentaron allí las famosas "barracas", que eran construcciones muy humildes donde se almacenaban diferentes productos, se curtían cueros etc. Como era un lugar típico de marineros de paso, se abrieron numerosas pulperías. Eran tantos los italianos, que en 1882 un grupo de genoveses firmó un acta que enviaron al rey de Italia comunicándole que habían constituido la República de la Boca. Inmediatamente, el entonces presidente argentino, Don Julio A. Roca hizo quitar la bandera genovesa izada en el lugar y puso fin al conflicto.
Los habitantes de La Boca, fueron siempre divertidos, ruidosos y melancólicos. Hablaban el dialecto xeneixe -el de los genoveses- como si estuvieran en su tierra. Eran muy trabajadores y fraternales, al punto que formaron varias instituciones de apoyo comunitario. Editaron diarios, fundaron clubes deportivos y culturales. Dada su gran sensibilidad para el arte, en el barrio han nacido cantores, músicos, poetas y artistas plásticos, muchos de los cuales han ocupado lugares relevantes en la preferencia popular.
Es muy conocido por su dotación de bombero voluntarios tanto por su trabajo profesional como por su trabajo en la comunidad. 



                        


  

La Boca es, sin lugar a dudas, un barrio con personalidad, y ésta lo debe en parte a su particular arquitectura. Claro está que ello no es ajeno a sus habitantes y al emplazamiento del barrio junto al Riachuelo.
En sus orígenes sus casas fueron de dos tipos: de madera o de chapa, ambas con balcones de hierro. Aún es posible encontrarlas en considerable número de ejemplos. Ellas son en realidad la imagen de La Boca.
Sus fachadas de chapa acanalada se combinan con las carpinterías de madera enriquecida por variadas molduras que hacen juego con las cenefas. Pero no sólo se utiliza la madera, también fueron comunes los cerramientos de varillas de madera superpuesto formando rombos que separaban las galerías superiores del balcón o creaban un espacio, cerrando en parte la galería de entrada, en planta baja. Este "treillage" no era una simple decoración, sino por el contrario, su intención estaba dirigida a la protección de los rayos del sol.
El origen de los colores diversos, deviene de los sobrantes de pintura que los marineros traían a sus casas, como la pintura era costosa, y la cantidad escasa para pintar toda la casa de un mismo color, se aprovechaba hasta la última gota, por lo tanto, se pintaba primero los marcos hasta agotarla, para pasar luego a las paredes y pintar hasta donde alcanzara. La madera como motivo ornamental llegó a utilizarse hasta en los barandales de coronamiento, formados por paños de rejas de hierro forjado, separados por elementos cuadrados o rectangulares de tablas superpuestas, sobre las que se aplicaban recuadros moldurados.
Podría decirse que las líneas horizontales eran, o son, una característica de La Boca. Los largos tablones superpuestos en las casas de madera y la acanaladura de las chapas en las otras comentadas, se sumaban al imitado corte piedra de los edificios construidos en ladrillo revocado que, por supuesto, adoptaban el estilo italiano del momento. Estas construcciones de material son un capítulo aparte, ya que coinciden con el paulatino enriquecimiento de muchos de los habitantes del lugar, que encariñados con el barrio, se quedaban en él levantando viviendas que en su interior acumulaban muebles y objetos artísticos con su nueva condición.
Esta creciente prosperidad se materializó en la preocupación por dotar a las viviendas de los últimos adelantos, o quizá cabría decir siguiendo las últimas modas. Así aparecieron en estas casas de material de planta baja y primer piso, las grandes mamparas con vitrales o vidrios de colores neutros, verdes, rojos o azules, y los techos decorados. Sin embargo es interesante destacar que muchas de estas casas alternaban con las tradicionales de chapa o madera con techos de chapa a cuatro aguas; en contraposición con las de terraza, para ese tiempo "modernas"

30 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: FLORESTA.

El ferrocarril del Oeste llegó en el año 1857 y a la estación se la denominó Floresta. En 1888 cambió su nombre por el de Vélez Sarsfield. La estación cabecera de este ferrocarril estaba en el lugar que hoy ocupa el Teatro Colón. En Floresta nació la primera línea de colectivos que recorría las calles Rivadavia y Lacarra hasta Primera Junta. El propulsor de este servicio, tan típico de la Cdad. de Bs. As., fue Don Manuel Rosendo Pazos. 


                           


La zona fue llamada "de La Floresta" y el origen del nombre tiene dos versiones. Unos dicen que se le dio ese nombre porque es un sitio donde abundan las plantas, los árboles y las flores, otros aseguran que es porque antiguamente existió un local público de recreo de propiedad de un señor Soldati, que se llamaba "kiosco de La Floresta", que estaba ubicado justo en la mitad de la cuadra del pasaje Chilecito, entre Bahía Blanca y Joaquín V. González. Era una especie de café, donde por la noche se sumaban la música y mujeres de la noche que lo hacían aún más animado. 
Durante muchos años existieron sólo quintas y en las lagunas, formadas por el arroyo Maldonado y por las lluvias, se practicaba la pesca. 

29 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: FLORES.

Su nombre, San José de Flores, es compuesto. El primero, San José, corresponde al patrono elegido para velar por la primera capilla del lugar; el segundo, es el apellido de Juan Diego Flores, quien invirtió gran parte de su cuantiosa fortuna en tierras que luego formarían el barrio. 
Fue muy famoso por sus quintas enormes, generalmente usadas en temporada estival, pero sobre todo por la personalidad de sus ocupantes, así pues, el mismo Juan Manuel de Rosas tenía su establecimiento de campo cerca de Flores, además era asiduo visitante de la quinta de los Terrero, socio, compadre y a veces, su apoderado judicial. La quinta de Terrero estaba ubicada en lo que actualmente es la Av. Rivadavia 6440. Se hacían allí grandes fiestas y reuniones políticas. Es en el portón de esa quinta dónde Manuelita Rosas despidió a su Máximo, cuando éste partía a la batalla de Caseros, como ayudante de su padre, ocasión en que le obsequió su pañuelo, bordado por ella misma y que hoy se conserva en el Museo.
El Gral. Urquiza instaló en el barrio su casa quinta después de Caseros, a la que llamó Palacio San José. Se ubicaba entre la calle de la Federación (hoy Av. Rivadavia) y Carabobo. En esa casa fue donde Urquiza, promulgó la Ley Fundamental y la mandó imprimir. Allí se juró y comunicó a todo el país. En ese mismo lugar se firmó el Pacto de Unidad Nacional en noviembre de 1859, en el que se reintegra la provincia de Buenos Aires a la Confederación.
Se podrían enumerar cientos de quintas de personajes importantes, pero vamos a limitarnos por ahora solamente a la del inglés Eduardo Mulhall, llamada "Lambaré", en homenaje al cacique del mismo nombre.
Dicen que su dueño era un personaje muy querido y elegante, vestido siempre de levita y portando galera de copa gris, de tan buenos modales que lo llamaban "el inglés bueno". Sus jardines eran especialmente reconfortantes por el perfume de los eucaliptos, y pinos que actuaban como un sedante que invitaba a la meditación, Entre otros, fue muy visitada por su vecino, el Gral. Roca, quien gozaba de los jardines y de la compañía del inglés, matizando sus encuentros con el juego de ajedrez. 
En la iglesia del lugar se realizaron los funerales de Manuel Dorrego y en la plaza del pueblo se fusilaban, en pelotones, a los opositores de Rosas. En 1857 se inauguró la primera línea de ferrocarril que iba desde la actual Plaza Lavalle hasta La Floresta. 

 
  
                                

Hay una comunidad judía muy grande que, venidos desde Damasco y Alepo, se insertaron en Flores de una manera distinta a la de otros lugares. Han crecido, y se han desarrollado y no han querido emigrar. Se han aquerenciado y las nuevas generaciones aún siguen afincadas en el lugar, especialmente en la calle Avellaneda entre Nazca y Campana y sus adyacencias. 
Los armenios también se establecieron fuertemente en el sur de Flores, construyendo un barrio de 200 casas. Se dedicaron al calzado y a la construcción, compitiendo con los italianos que eran famosos en el ramo. 
También se los conoció como "tacheros" por su habilidad para arreglar ollas, palanganas y otros objetos metálicos por el estilo. 
Hablando de las distintas comunidades, no se puede dejar de mencionar a la vasca, tan ruidosa como pintoresca. Agrupados cerca de la estación, esperaban los tachos de leche para repartirla a caballo, con sus boinas negras, sus clásicas alpargatas y sus anchos pantalones ceñidos en el tobillo sostenidos por la ancha faja en la cintura. Eran típicos frecuentadores de pulperías y boliches. Así fueron creciendo esos locales con nombres que luego jamás se olvidarían, como la del Vasco Milonga, la del Colorado, la de la Vasca. Muy famosa fue La Paloma, de Culpina y Alberdi, donde se inspiraron payadores y poetas nuevos sinónimos de bravura y de guapeza. Es allí donde Enrique Cadícamo escribió su tango.
"Compadrón" que se iniciaba con la famosa cuarteta:
"Compadrito a la violeta 
si te viera Juan Malevo
que calor te haría pasar...".  

28 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: CHACARITA.

Las tierras de este barrio pertenecieron antiguamente a los jesuitas, que tenían grandes chacras allí. Su nombre proviene del diminutivo de la palabra "chacra" o "chácara". En 1608, en tiempos de Hernandarias, esa orden religiosa recibió, por compra o donación, una decena de "suertes principales", es decir, lotes de terrenos nacidos en el primer reparto del suelo porteño, y a las que, al cabo de los años, se anexaron otras 10. Cada una de ellas tenía una legua de fondo y formaron parte de una inmensa posesión, que llegaba hasta la actual localidad de Ramos Mejía. Al ser expulsados en el año 1767, todos sus bienes fueron declarados propiedad de la Corona (por orden del Rey Carlos III). Entonces, sus propiedades quedaron bajo administración de la "Junta de Temporalidades", una representación estatal que loteó la zona. Los tiempos viejos de la historia tienen un lugar en el barrio. Los primeros alumnos del Nacional, por ejemplo, se acostumbraron a pasar sus vacaciones en la zona que antes albergó las principales construcciones de los jesuitas (una parte del terreno actual del Cementerio). Estas andanzas de los estudiantes, inmortalizadas por Miguel Cané en "Juvenilia", pronto convertirían al lugar en "la Chacarita de los Colegiales", nombre de donde saldrían las designaciones de dos barrios porteños. 
Allí, en 1790, en medio de coloridas ceremonias, el virrey Del Campo entregó el mando a don Nicolás de Arredondo, y en 1806, Santiago de Liniers concentró en la Chacarita las tropas que marcharían a expulsar al invasor inglés. 
En la década de 1820, el ministro de gobierno Bernardino Rivadavia hizo un experimento de colonización en la zona de la Chacarita. Trajo inmigrantes alemanes, creó una colonia y la llamó "Chorroarín". El experimento fue un fracaso y sólo el nombre del villorrio se ha perpetuado hasta hoy en una de las avenidas que circunscribe la Facultad.
Durante la época de Rosas, la Chacarita albergó a numerosas guarniciones militares y a centenares de indios tomados prisioneros durante la Campana del Desierto de 1833. Al respecto, un testigo comentará: "Bajo las galerías de los arcos se ven algunos soldados de Rosas, y en los sótanos bullen algunas familias de indios, todos medios desnudos, que piden limosnas en el mismo lugar donde sus padres vivieron...". 


 
 
                                
 

Posteriormente, la Chacarita volvió a ser un lugar de huertos y sembradíos. Decenas de agricultores se afincaron allí para producir hortalizas, cereales, y "paja de Guinea", usada por los morenos escoberos.
Entonces, la zona era uno de los lugares más agradables de los alrededores de Buenos Aires y también, la de las tierras más altas de toda la geografía porteña.
Pero la muerte llegó a la Chacarita en 1871. Cuando la locomotora "La Porteña" depositó en el otrora pequeño Cementerio del Oeste su fúnebre carga de víctimas de la epidemia de fiebre amarilla, que hizo estragos en la población de Buenos Aires.
En 1880, la cuestión de la Capital vinculó a la Chacarita con la historia una vez más. El pueblo de Belgrano era, entonces, capital de la Nación, mientras que en el centro se ubicaba el gobierno de la provincia, a cuyo frente estaba Carlos Tejedor. El presidente Avellaneda acuarteló sus tropas en la Chacarita, lugar donde tenía su residencia, y allí, al mando de Carlos Pellegrini, las tropas nacionales se enfrentaron con el ejército de la Provincia. La "Ley Capital", en ese mismo año, dio fin a toda disputa. Por sus disposiciones, los terrenos de Belgrano y Flores, más una buena parte de las antiguas posesiones jesuíticas, se incorporaron al ejido urbano.Entre tantas casas quintas queda aún la de la familia Comastri (más conocida como "El Mirador Comastri"), actualmente es la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 34. Se encuentra delimitada por las calles Loyola, Fitz Roy, Aguirre y Bonpland. La construcción es de 1870, y fue famosa porque en ella durmieron Roca y Pellegrini. Eran visitantes del señor Comastri, el Gral. Mitre y el doctor Alem y sirvió de escondite a Hipólito Yrigoyen durante el movimiento cívico de 1893. Por ese entonces, la zona era llana, para ser exactos, se la conocía como el valle del arroyo Maldonado, que actualmente corre entubado bajo la Avenida Juan B. Justo. No había construcciones en derredor, todo era campo, por el oeste se vislumbraban los montes frutales de la Chacarita de los Colegiales. Los lujos que dieron fama al lugar fueron la iluminacion a gas, el primer pararrayos del barrio y un sótano cargado con toneles que almacenaban los vinos que ellos mismos producían.
Cabe enumerar dentro de su historia la fábrica de acordeones artesanales del italiano Juan Anconetani, de la calle Guevara 478, que desde el año 1917 son famosos no sólo por la calidad de su artesanía sino porque sus hijos fueron muy buenos violinistas.  También son históricos los sombreros, fabricados por el genovés Pascual Massera, muy usados por los porteños de entonces.   

27 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS : CONSTITUCIÓN

Como en esa zona funcionaba el hospital de los padres Betlemitas se la llamó al principio "La Convalecencia", luego "Mercado del Alto" para más tarde llamarse "Mercado Constitución" nombre que se le ha dado en homenaje a la palabra Constitución o a la Constitución de Buenos Aires.
Cabe destacar que el nombre oficial de "Mercado de Constitución" aparece con la primera memoria municipal de los años 1856/7 pero el barrio recién comienza a llamarse de esta manera cuando se aprueba la moderna nomenclatura de las calles, que produce la fracción y loteo del entorno del Mercado Constitución, pretendiendo con esto atraer pobladores a una zona desvalorizada en la cual escaseaban las construcciones.  Todo se desarrollaba alrededor del Mercado de Constitución donde llegaban las carretas cargadas con todo tipo de cosas para vender.
Los primeros compradores de tierras, fueron los mayoristas que las necesitaban como lugar para construir sus depósitos. Conjuntamente con esas casas nacieron las pulperías, las tiendas de compra y venta y todo lo que al hombre de negocios le hacía falta. También nacieron los llamados "pirigundines" donde se bailaba, se tomaban unas copas y donde no faltaban esas mujeres de la noche que tanto los entretenían.
El barrio de Constitución fue escenario de numerosas tragedias:
- 16 de junio de 1955: se levantaron las fuerzas en una rebelión frustrada contra el gobierno de Perón.


                     


- Aldo Duarte nos cuenta que "el 28 de marzo de 1962, lo digo porque hacian 20 dias me habian dado de baja del servicio militar obligatorio de aquella época, que fue el 8 de marzo, hubo una tragedia, donde murió un soldado de 20 años en el hotel "Constitución", el que habia sido tomado por una de las facciones, estaba asomado este soldado en una de las ventanas del hotel y desde un tanque de guerra apostado frente a la estación de trenes efectuó un disparo que impactó en esa ventana y mató instantaneamente al soldado".
- Recordamos que el 28 de marzo de 1962 fue derrocado Frondizi y que el general Juan Carlos Onganía (jefe de los azules) decide enfrentar a los colorados. "... el 6 de setiembre de ese año (1962) el Poder Ejecutivo –dominado por el sector colorado- disolvió el Congreso, el conflicto se profundizó y los colorados fueron considerados directamente golpistas. El Gral Onganía –jefe de los azules legalistas- decidió enfrentarlos y restablecer la autoridad. La Fuerza Aérea bombardeó una concentración colorada y hubo enfrentamientos de tropas en plaza Constitución, Paque Chacabuco y Avellaneda. Finalmente, el comando colorado se rindió y el Gral. Onganía asumió como comandante en jefe del Ejército. Paradójicamente, tres años después sería Onganía el golpista que derrocara a Illia." 

23 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: COLEGIALES

La historia de colegiales tiene mucho en común con la del barrio vecino de Chacarita, ya que se llamaba Chacarita de los Colegiales. Debe su n ombre (como lo cuenta Miguel Cane (h) en "Juvenilia") a que en esos terrenos pertenencian al antiguo Colegio San Carlos  , luego llamado Nacional Buenos Aires.Era un barrio de chacras y quintas, donde los jesuitas poseían tierras que usaban para vacacionar con los estudiantes. Al ser expulsados los religiosos, en el año 1767, esas tierras pasaron a la Corona de España. Luego, durante el gobierno de Rivadavia, 
  
                             


  época de oro donde sobraba mano de obra e inmigrantes extranjeros que venían desde Europa, se destinaron gran parte de estas tierras a familias que, bajo ciertas condiciones, debían fundar un pueblo. Así nacieron los barrios de Chacarita y el de Colegiales. Había muchas quintas con todo tipo de verduras y árboles frutales, algunos de los cuales llegaron a subsistir hasta hace unos 30 años atrás, como también muchos potreros y terrenos baldíos. Hacia el noroeste del barrio la zona se llamaba "Calabria", por el origen de los inmigrantes que las habitaban, era increíble la rapidez con que hacían sus casas pues casi en dos días las levantaban, ya que muchos de ello serán albañiles y maestros de obras.
El barrio es conocido en todo el mundo gracias al humorista Quino, que eligió este barrio para su historieta de Mafalda. Hoy existe en las calles Condes y Concepción Arenal, una plaza "Mafalda", en honor a su autor.

22 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: COGHLAN

En octubre de 1887 el presidente Juárez Celman le otorgó a Emilio Nouguier (esposo de Pepa Casares Martínez de Hoz) la concesión de un ramal ferroviario (a construir) entre la estación Belgrano y el pueblo Las Conchas (Tigre).
Para materializar la empresa, Emilio Nouguier conformó la “Compañía Nacional de Ferrocarriles Pobladores” que, como primera medida, compró tierras en los lugares donde se construirían las estaciones del nuevo ramal.
En 1888 la Compañía adquiere 30 hectáreas en lo que por entonces era el barrio de Belgrano. En esos terrenos surgirá, años después, el barrio de Coghlan.
En abril de 1889 se inician las obras que, hacia fines de ese año, quedan paralizadas por cuanto el directorio de la Compañía aduce dificultades para obtener créditos.Como consecuencia de estos inconvenientes “... se decide vender la concesión al Ferrocarril Buenos Aires y Rosario. Concretada ésta se comienza (...) a transferir las tierras por donde pasaría el ramal, conservando el sindicato para sí los predios linderos a las estaciones a construirse. (...) La concesión del ramal, que se había otorgado sin garantía del Estado, entre los artículos del contrato expresaba: Art. 50: La línea tendrá la misma trocha que la del Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario. Art. 60: Los rieles serán de acero del peso de 32 kg. por metro lineal, y en un todo idénticos a la línea del Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario. Por cuanto antecede, resulta fácil entender que la intención de la Compañía Nacional de los Ferrocarriles Pobladores no era la de construir el ramal, sino la de concretar un excelente negocio inmobiliario. No obstante se debe rescatar que, como derivación de su accionar comercial, surgieron nuevos centros de población: Coghlan y tangencialmente Saavedra Oeste en la Capital Federal y Florida y Bartolomé Mitre en el, por entonces, partido de San Isidro.” (Coghlan. Una estación, un barrio” (Alfredo Noceti – Emilio Bence. Instituto Histórico de la Cdad. de Bs. As.. Ed. 2000. Pág. 17).El Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario concreta las obras y, el primero de febrero de 1891 se inauguró la estación Coghlan.“La estación y el barrio deben su nombre a la memoria del ingeniero irlandés John Coghlan, nacido en el Condado Kerray, Irlanda del Sur en 1824 y fallecido en Inglaterra en 1890, quien durante treinta años (1857-1887) residió y trabajó en el país en diversos emprendimientos de obras públicas. 



 
                   
  
 
 
“En 1859 propuso mejoras para el puerto de Buenos Aires, estudiando las corrientes del río, su capacidad de deposición y estableciendo la formación de los futuros bancos de arena. Con parte de sus ideas se nutrieron los proyectos posteriores sobre el tema. En 1869 realizó trabajos de altimetría en el casco de la ciudad e hizo estudios sobre el desagüe de aguas blancas (pluviales) y negras (cloacales) por separado y en redes subterráneas aprovechando los cursos de los ‘terceros’. Con posterioridad, trabajó en la Comisión para las Aguas Corrientes, dirigiendo las obras para su provisión. El ingeniero Coghlan fue el autor del primer servicio de tecnificación del agua en el país, cuyo proyecto y estudios sirvieron de base para que, a partir de 1870, otro ingeniero británico, J. B. Bateman, los ampliara y concretara.
“Sus últimos trabajos en el país los realizó en la actividad ferroviaria. Siendo presidente del Ferrocarril Sud (Roca) extiende su red desde Azul hasta Bahía Blanca. Pasa luego a ejercer la presidencia del Ferrocarril de Buenos Aires a Campana, ampliando su recorrido hasta Rosario, por lo cual troca su nombre por el Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario, cuyas posteriores autoridades, a un año del fallecimiento del ingeniero Coghlan, le otorgan su nombre a la estación cabecera del ramal.” (Alfredo Noceti – Emilio Bence. Instituto Histórico de la Cdad. de Bs. As.. Ed. 2000. Pág. 17).Una vez inaugurada la estación Coghlan (cuando esto ocurrió residían en el lugar sólo dos vecinos: Tomás Lambruschini y José Sanguinetti, dueños de extensas quintas de verduras ubicadas sobre las actuales Congreso, las vías, Washington y Tamborini) la Compañía Nacional de los Ferrocarriles Pobladores se dedicó a lo único que realmente le importaba: el loteo de las tierras que habían permanecido en su poder y el negocio que derivaba de ello.El primer remate se hace apenas un mes después de la apertura de la estación, el 8 de marzo de 1891. Las cinco primeras escrituras en el futuro barrio son para Simón Casaubón; Francisco Vidal; Ramón Antelo; José Antelo y Pablo Brousson. Ellos, juntamente con Lambruschini y Sanguinetti, son los pioneros de Coghlan.
En 1893, el Intendente Federico Pinedo, dispuso mediante un decreto la construcción de un hospital, en la entonces Parroquia de Belgrano. Una numerosa comisión, encargada de concretar el proyecto, lo culminó el 26 de agosto de 1894 y el Presidente Luis Sáenz Pena y su esposa, fueron padrinos en la ceremonia de la colocación de la piedra fundamental de las obras.
Cuando la construcción del nuevo hospital, se encontraba bastante adelantada, falleció el eminente médico Dr. Ignacio Pirovano, resolviendo la Comisión ejecutora, bautizar con su nombre al nuevo nosocomio. Finalizada gran parte de las obras, en 1895, se inauguró el "Hospital Pirovano", siendo su primer director el Dr. Arturo Billinghurst. 
En 1926 se amplió el hospital, al que se le agregó nuevas instalaciones para cubrir servicios en las siguientes  especialidades: urología, proctología, anatomía patológica, laboratorio y además una nueva cocina. Desde entonces, en Av. Monroe 3555, la importante acción hospitalaria, se proyecta no solo a Coghlan sino también a los barrios vecinos. 
El Censo Nacional de 1895 mostró que en Coghlan vivían 267 personas en 55 casas construidas alrededor de la estación. El crecimiento del barrio se debió a la radicación de importantes contingentes de inmigrantes, con una preeminencia de vascos franceses y no de ingleses como se suele imaginar.Ordenanzas Municipales de 1968 y 1972 elevaron oficialmente a Coghlan a la categoría de barrio metropolitano.
Con el correr de los años, figuraron entre los vecinos destacados o notables del barrio de Coghlan el plástico Lino Enea Spilimbergo, que vivió y trabajó en su casa-taller de Tamborini 3818; el poeta y letrista Julián Centeya; el músico y profesor Athos Palma, que ocupó una casa en la esquina NO de Rivera y Melián; el padre Antonio de Monterosso quien fue Vicario Ecónomo de Santa María de los Ángeles; y el inventor Ladislao José Biro quien en su casa de Congreso 3378 creó el bolígrafo, entre otros.(Información obtenida del proyecto de ley que instituye el 1 de Febrero como el día del barrio de Coghlan)

21 de mayo de 2013

HISTORIA DE LOS BARRIOS: CABALLITO


Las tierras del barrio de Caballito, pertenecían al Partido Provincial de San José de Flores.
Esta fecha obedece a que el 15 de febrero de 1821 Don Nicolás Vila compra a don Juan Antonio Avalos una manzana delimitada por las actuales Av. Rivadavia y Emilio Mitre que incluía una casa en la cual puso en marcha una pulpería. Las particularidades de esta tienda eran dos: la primera es que la cerca estaba realizada con la tablazón de una vieja ballenera que había encallado enfrente del paseo de La Alameda, la segunda es que su mástil fue plantado en un palenque situado frente a una de las puertas de ingreso al local en cuyo extremo superior instaló una veleta de latón con la figura de un caballito. Desde ese momento, los concurrentes al negocio usaban la veleta como referencia geográfica (antes, después o frente a la veleta del Caballito) lo cual terminó institucionalizando el nombre que se extendió a todo el barrio "Caballito". 
    
                                    
La veleta se encuentra desde 1925 en el Museo Histórico de Luján. En la esquina que fuera su primera ubicación, hay una placa que la recuerda y en la Plaza Primera Junta hay una réplica, obra de los escultores Luis Perlotti y Juan Carlos Ferraro.Antes de la llegada del ferrocarril, Caballito fue una zona de grandes quintas, muchas usadas como vivienda permanente, muy tranquilo y residencial. Una de sus famosas quintas fue la de Ambrosio Plácido Lezica, a partir de la cual en el año 1928 nace el hoy llamado parque Rivadavia.
La llegada del tranvía y luego la del subterráneo como en muchos otros barrios de Buenos Aires, contribuyeron favorablemente en sus principios para impulsar un gran desarrollo habitacional y comercial en la zona. La llegada de numerosos inmigrantes que precisamente trabajaron en la construcción del subterráneo, el barrio se transformó totalmente, dividiéndose en dos; una zona elegante, muy tranquila y muy cara, y otra muy bulliciosa y comercial. También posee casas sencillas y departamentos altísimos y superpoblados.